¿Cuántos millones de personas lloraron y prometieron fidelidad al comandante delante de su tumba hace apenas un mes?
¿Cuántos de ellos ayer lo traicionaron? ¡Un millón de traidores por lo menos!
Es por eso que la “victoria” de ayer fue muy triste y decepcionante. De nuevo
suenan las palabras del Maestro JESUS DE NAZARETH en boca del Comandante: “Yo
te lo aseguro que hoy, ésta misma noche, antes que cante el gallo me habrás
negado tres veces” (Mc.14, 30). No solo lo negaron tres veces sino “un millón
de veces”. Esto ha resultado muy doloroso.
Ayer en el evangelio vimos cuando Jesús le preguntaba a Pedro si lo amaba y
él le respondió que sí; Jesús entonces le pidió que lo obedeciera cuidando de
sus “ovejas”; es decir, si dices que me amas, tienes que demostrármelo. Hoy en
el evangelio aparece Jesús reclamando a sus seguidores: “Uds. no me buscan
porque creen en mí sino porque comieron “pan” hasta saciarse” (Jn.6, 26). Un
“millón de chavistas” claudicaron ayer al no obedecer la orden del comandante
de “votar por Maduro” que era votar por él. ¿Por qué lo hicieron? Pudieron ser
miles las razones. Haber creído en la propaganda del enemigo: “Chávez nos amó; Maduro nos mintió”. La
“serpiente” de los medios perversos de confusión masiva pudo engañar a más de
un millón de ellos; la cual se “disfrazó” de “chavista” diciendo hipócritamente
que Chávez si era bueno pero que Maduro era malo. De nuevo se repetía la escena
bíblica del “paraíso” (Gen. 3, 1-4). “Se le abrieron los ojos y descubrieron su
vergüenza”. Otra razón pudo haber sido la “ingratitud”.
Es increíble imaginar que personas que fueron amadas y servidas por éste
proceso Revolucionario a través de Chávez y sus servidores, fueron capaces de
poner en peligro de extinción todo lo que se había hecho en beneficio de ellos
como son las “Misiones sociales” en salud, educación, cultura, deporte,
espiritualidad, etc. Solo un corazón ingrato y mezquino puede ser capaz de
traicionar de esa manera. “Todos somos
Chávez”. ¿Habrán entendido lo que eso significa? ¿Cuántos de ellos habrán
llenado las avenidas y calles de nuestra ciudad vociferando de forma
“fanática”: ¡Chávez no se va! Y los que se fueron, fueron ellos.
Recuerdo que Monseñor Mario Moronta nos dijo un día cuando le dijimos:
¡Ojala que Chávez no le falle al pueblo! El nos respondió: ¡Ojala que el pueblo
no le falle a Chávez! Casi fue una “profecía” ya que Chávez jamás le falló al
pueblo; hoy tristemente hay que decir que un millón de ese pueblo le ha fallado
a Chávez. Perdónalos comandante pues ellos no han sabido lo que han hecho pues
han votado en contra de ellos mismos; la serpiente una vez mas los ha engañado;
en ellos “el vil egoísmo otra vez triunfó”. Pero a pesar de éste duro golpe que
produjo tristeza en tus fieles como si fuera “una segunda muerte”; la REVOLUCIÓN AVANZA Y NO SE DETIENE; a
pesar de ser “amarga” conseguimos la
VICTORIA y así poder continuar
adelante asimilando éste duro golpe y aprendiendo del mismo. Lo mas importante
de ayer es que la DEMOCRACIA GANÓ
una nueva batalla; nuestro Consejo Nacional Electoral quedó gigante aunque el
enemigo no lo haya querido reconocer. Necesitamos CONVENCIDOS y no “fanáticos” de este proceso Revolucionario; que
crean verdaderamente en los ideales de Independencia, soberanía y socialismo
Bolivariano y Cristiano. Hay que seguir trabajando para fortalecer la
CONCIENCIA y la FIDELIDAD. Amen
Padre Pablo. Párroco en Caricuao
Caracas, 15 de
Abril del 2013
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